Antes de comprar una cava lo principal a tener en cuenta es la cantidad de vino que consumimos regularmente ¿Una botella por semana? ¿Tres? En base a este parámetro principal podremos elegir el modelo que más nos convenga.

La capacidad de las cavas suele medirse en botellas. Es decir, se mide por la cantidad de botellas que podemos guardar en ellas. Una cava pequeña puede alojar 6 botellas. Una mediana unas 12 y una grande 24 o más botellas.

Muchas exhibidoras y cavas cuentan con un panel de control externo digital. De este modo podemos monitorear siempre la temperatura a la que están trabajando y, además, evitamos tener que abrir el aparato para realizar ajustes. De este modo no perdemos frío ni energía innecesariamente.

Tanto para las cavas como para las exhibidoras el consumo energético es un punto a tener en cuenta. Cuanto más alta sea su clasificación energética, más eficiente será el consumo de energía que realicen.

Exhibidoras y cavas pueden tener alguno de los siguientes sistemas de enfriamiento: Cíclico; Compresor-Peltier; Termoeléctrico o Compresor. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Lo ideal es estudiar bien cuál será el uso que le demos al aparato antes de elegir uno en particular.