Principalmente antes de elegir un celular es importante tener en claro cuáles son nuestras necesidades. Por ejemplo, qué uso le vamos a dar ¿Será sólo para hablar por teléfono y usar el chat? ¿Lo necesitamos para trabajar? ¿Vamos a estar largas horas o días sin acceso a la red eléctrica? Etc. Estas son algunas de las cuestiones prioritarias a tener en cuenta.

Hay 5 aspectos importantes de un celular a tener en cuenta: procesador, memoria interna, memoria RAM, pantalla y cámara de fotos. Una buena combinación de estos elementos puede llevarnos a nuestro teléfono ideal. A veces podemos apostar a un gran procesador y ahorrar un poco con el tamaño de pantalla. O elegir un teléfono móvil que tenga gran capacidad de almacenamiento pero una memoria RAM moderada, por ejemplo.

Cuanto más memoria RAM tenga un dispositivo, mayor será su capacidad para administrar distinto tipo de aplicaciones al mismo tiempo sin perder su eficiencia. Un smartphone con 1 GB será más lento que uno con 4 GB.

La memoria interna de un teléfono es la capacidad que tiene para almacenar datos. Imágenes, videos, aplicaciones y hasta contactos se guardan en ella. Un celular que tenga poca capacidad en la memoria interna eventualmente va a tener problemas para descargar nuevas Apps o tomar nuevas fotos. Constantemente va a tener que ir “vaciándose” su memoria para almacenar nuevos datos.

La cámara del celular se volvió una característica importantísima en los últimos años. Reemplazó, finalmente, en la mayoría de los casos, a las cámaras compactas digitales. Por ello es indispensable pensar en adquirir un smartphone con una buena cámara que nos acompañe en los eventos importantes de la vida.